El edificio de la ex jefatura de policía funcionó como centro clandestino de detención en la última dictadura
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El Observatorio de Derechos Humanos municipal solicitó que se preserve el edificio donde funciona el BAS XXI. Está ubicado en la esquina de San Martín y Belgrano. Allí funcionó la Jefatura Central de Policía, usada como centro clandestino de detención en la última dictadura militar. Ahora el Gobierno quiere hacer un museo.
En una conferencia de prensa que brindaron, Mario Gimenez, Pablo Melto y Silvia Lacreu, integrantes del Observatorio de Derechos Humanos de la Municipalidad, víctimas y familiares de víctimas del Terrorismo de Estado, explicaron los fundamentos del escrito presentado ante el Ejecutivo provincial en el que solicitan que en el Museo de la Historia de San Luis, que funcionará en el edificio de San Martín y Belgrano se preserve un espacio de Memoria sobre los sucesos acontecidos en la dictadura militar, ya que ese lugar fue sede de la Jefatura Central de Policía y un centro de torturas y detenciones clandestinas.
“Nosotros queremos manifestar y repudiar al Gobierno de la provincia de San Luis sobre el avasallamiento a la memoria que produce en los edificios que son públicos, que en la época del proceso militar significó la detención clandestina, torturas y asesinatos de compañeros y militantes de la provincia de San Luis”, expresó Mario Gimenez.
“San Luis –agregó- ha sido un lugar donde permanentemente se ha intentado borrar la memoria. Me gustaría que en San Luis pase lo que pasa en distintos lugares del país, por ejemplo la ESMA, en donde hay talleres que lo jóvenes visitan y conozcan lo que realmente sucedió durante el terrorismo de Estado”. Además - dijo - "se va a convocar a los distintos sectores involucrados para que se articulen acciones para preservar dicho espacio".
Párrafos del texto presentado a la Provincia:
“Durante la dictadura Cívico-Militar (1976-1983), los secuestrados y los detenidos - desaparecidos, eran llevados generalmente a centros clandestinos donde eran torturados y eventualmente asesinados. San Luis no fue la excepción.
Después de llevarse a cabo los juicios por delitos de lesa humanidad en los años 2008-2009 en la Provincia de San Luis, donde se juzgó y condenó a los genocidas quedó demostrada la existencia de centros clandestinos, donde se efectuaban las detenciones torturas y asesinatos de militantes populares.
Han transcurrido más de 35 años de esos crueles sucesos y han intentado que los ciudadanos de San Luis sean testigos silenciosos de la paulatina destrucción, del ocultamiento y la invisibilización de los centros clandestinos que funcionaron en nuestra provincia.
Se pueden mencionar, entre otros a los siguientes: el ex-Departamento de Investigaciones, edificio de la Caja Social de San Luis, la ex-Delegación de la Policía Federal, hoy sede de una empresa de medicina prepaga y a la ex-Central de Policía Provincial, donde actualmente funciona BAS XXI”.