Mayor acusado admitió haber participado en “una guerra contra argentinos” y contradijo a otro mayor. Le habría aplicado la "Ley de fugas" a un dirigente obrero de los ceramistas
www.eldiadespuesfm.com.ar
San Luis (Corresponsal TELAM).- El mayor (RE) Alemán Urquiza, acusado por delitos de lesa humanidad cometidos en San Luis durante la última dictadura militar, reconoció ante el Tribunal Oral Federal que lo juzga que entonces "estaba en guerra" y que su enemigo "eran otros argentinos”. Seguidamente justificó la represión y el exterminio de miles de ciudadanos, contradijo al también mayor retirado (pero tres promociones más moderno) Armando Nicolás Martínez, quien había afirmado afirmó en su indagatoria que las ordenes podían desconocerse si atentaban contra la ética y la moral, y admitió haber recibido instrucción en "contrainsurgencia" de la US Army en las sutyen la estadounidense Escuela de las Américas, que en ese tiempo funcionaba en Panamá.
Carlos María Alemán Urquiza, está acusado por las privaciones ilegítimas de libertad, secuestros, coacciones e imposiciones de torturas, que tienen como víctimas a Graciela Fiochetti, Víctor Carlos Fernández, Julio Joaquín Lucero Belgrano y Juan Fernando Verges y la participación en la desaparición del dirigente gremial ceramista, Nolasco Leyes.
San Luis (Corresponsal TELAM).- El mayor (RE) Alemán Urquiza, acusado por delitos de lesa humanidad cometidos en San Luis durante la última dictadura militar, reconoció ante el Tribunal Oral Federal que lo juzga que entonces "estaba en guerra" y que su enemigo "eran otros argentinos”. Seguidamente justificó la represión y el exterminio de miles de ciudadanos, contradijo al también mayor retirado (pero tres promociones más moderno) Armando Nicolás Martínez, quien había afirmado afirmó en su indagatoria que las ordenes podían desconocerse si atentaban contra la ética y la moral, y admitió haber recibido instrucción en "contrainsurgencia" de la US Army en las sutyen la estadounidense Escuela de las Américas, que en ese tiempo funcionaba en Panamá.
Carlos María Alemán Urquiza, está acusado por las privaciones ilegítimas de libertad, secuestros, coacciones e imposiciones de torturas, que tienen como víctimas a Graciela Fiochetti, Víctor Carlos Fernández, Julio Joaquín Lucero Belgrano y Juan Fernando Verges y la participación en la desaparición del dirigente gremial ceramista, Nolasco Leyes.
Sobre los hechos que se le imputan durante la ampliación de su declaración indagatoria, Urquiza reconoció haber participado del operativo “La Toma” donde afirmó la falsedad ideológica de las actas de allanamiento allí confeccionadas ya que las firmó “luego de producidos los allanamientos y la detenciones y en dependencias de la comisaria”.
Agregó que las personas detenidas fueron “tabicadas y trasladadas luego a la jefatura central de policía de la provincia de San Luis”.
Sobre la desaparición del gremialista Nolasco Leyes, reconoció haber participado en su búsqueda, lo que incluyó un allanamiento en su domicilio y otro en la cerámica donde trabajaba y relató que cuando le ordenaron trasladarlo a la Penitenciaría local, el camión donde lo llevaban fue “víctima de una explosión que hizo que el vehículo volcara sobre su costado derecho y permitió que el detenido se fugara”.
En su relato, Alemán Urquiza sostuvo que el trabajador ceramista, fue luego buscado con la asistencia de canes que perdieron su rastro junto al río San Luis.
La hipótesis sobre la desaparición de Nolasco Leyes con que cuenta la querella representada por los abogados de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Norberto Foresti y Carlos Pereyra Malatini, es que el delegado gremial fue asesinado por los comandos militares que montaron un escenario de fuga para justificar su muerte.
“Lo grave -sostuvo Foresti- es que el acusado reconoció que existía un plan de ataque contra las comisiones directivas sindicales, es decir, contra los trabajadores”.
Sobre los datos y posturas mostradas por el acusado en la sala de audiencia, el querellante Pereyra Malatini sostuvo en diálogo con Télam que fue "uno de los 100.000 oficiales de América Latina que asistieron en los años 60 y 70 a la escuela de contrainsurgencia denominada Escuela de Las Américas para prepararse y aniquilar los movimientos revolucionarios que surgían en la región”.
El abogado fue más allá al indicar que “la represión militar en Argentina buscaba la solución final nazi y la diferencia fue que no tuvieron tiempo para completarla”.
“Justifican -aclaró- las acciones de allanar, detener, tabicar, torturar, trasladar y desaparecer, sin problemas de conciencia alguno, sin reflexión y sin arrepentimiento”, concluyó.
Las audiencias que culminaron este mediodía en la capital puntana, se reanudarán la próxima semana con la decisión del TOF de agregar o no, nueva prueba a la causa, para dar lugar luego, a los alegatos de las parte que precederán la sentencia del segundo juicio por lesa humanidad que se lleva adelante en San Luis, contra 29 acusados.